La Filosofía de la Thelema, pt.3 – Ética
by IAO131, translated by Enmanuel Hidalgo Infante
Note: The original essay, ‘The Philosophy of Thelema, pt.3’, can be found in the original English in Fresh Fever From the Skies and online.
Haz la que tú quieras será todo de la Ley.
La proclamación “Haz tu Voluntad será toda la Ley” del Liber AL vel Legis (I:40) tiene profundas implicaciones en especial en la esfera de la moralidad. Existe una gran cantidad de material sobre el tema en todos los trabajos de Crowley.
Ya que “No hay más ley que hacer tu voluntad” (Liber AL, III:60), la única acción “correcta” es la que cumple con esa Voluntad y la única acción “mala” es la que la impide. Como dice el Liber AL vel Legis dice (I:41), “La palabra del Pecado es la restricción.” Crowley explica que, “[Este] es una declaración general o definición del pecado y el error. Todo aquello que ata, dificulta o desvía la Voluntad es pecado” (La Ley es para Todos). Esencialmente, cualquier forma de moralidad que funciona en términos de lo absoluto, es decir, aquella que define cualquier cosa como inherentemente “correcta” o “incorrecta” (o “mala”) es anatema a la Themela. “Para nosotros, el ‘mal’ es un término relativo; ‘es aquello que dificulta el cumplimiento de la verdadera Voluntad propia’” (La Ley es para Todos).
Toda actitud hacia uno mismo y hacia los demás es un derivado necesario de “Haz tú Voluntad.” Ya que “No tenéis otro derecho que hacer vuestra voluntad” (Liber AL, I:42), el valor de la autodisciplina nos ayuda a cumplir con nuestra Voluntad con un enfoque. Como Crowley explica, “lo que es verdad para cada escuela es cierto para cada individuo. El éxito en la vida en base a la Thelema implica severa autodisciplina.” (Magia Sin Lágrimas, cap.8). Además, “cada hombre y cada mujer es una estrella” (Liber AL, I:3) y cada estrella elige su propio camino, cada “estrella” debe seguir su propia Voluntad y evitar la interferencia en los asuntos de los demás. En pocas palabras, mentaliza tu propio negocio. “Es necesario que paremos de una vez por todas este ignorante entrometimiento en los asuntos de otras personas. Cada individuo debe ser dejado libre de seguir su propio camino” (La Ley es Para Todos). En consecuencia, esto acarrea que hay libertad moral total, incluyendo la libertad sexual. “¡También tome su colmo y querer de amor como quiera, cuando, donde y con quien quiera!” (Liber AL, I:51). Esto no es “individualismo salvaje”- es decir, esto anula la posibilidad de un gobierno. La visión de la Thelema, es que cada estrella tiene su función particular en el esquema de las cosas y que debe desempeñar esa función con un enfoque; esto incluye el desempeño de una actividad estatal. “Porque cada individuo del Estado debe ser perfecto en su Función particular, con Alegría, respetando su Tarea como necesaria y sagrada, sin tener envida a los demás. Porque solo vosotros podéis construir un estado libre, cuya Voluntad subyacente este únicamente dirigida al bienestar común (Liber Aleph).
Además de trasladar la ubicación de la moral hacia el individuo, haciendo de la Voluntad la medida de lo que es “correcto” e “incorrecto,” la Thelema enfatiza ciertos rasgos morales sobre los demás y percibe ciertas experiencias como “buenas”.
Un curso de acción que la Thelema fomenta, es la consecución del conocimiento y contacto con el Ángel de la Guarda, la Unión con Dios, la disolución del ego o cualquier otra metáfora utilizada en el misticismo. Crowley explica: “Un hombre debe pensar de sí mismo como un LOGOS, como algo dinámico, en lugar de una idea fija. ‘Haz tu Voluntad’ es por lo tanto una formula necesaria. Él solo se convierte en Sí Mismo cuando deja a un lado al Egoísmo, del sentido de la separación. Así se convertirá en el Todo, PAN, cuando se convierte en Cero [ver la sección de “Ontología” de este ensayo]” (“Los Antecedentes de la Thelema”). Crowley lo expone claramente cuando dice: “Hay muchos mandamientos éticos de carácter revolucionario en el Libro, pero son todos casos particulares referentes a un precepto general que tiene como objeticos el reconocimiento de la absoluta divinidad propia y la nobleza que brota de ese conocimiento.” (Confesiones, cap.49). Estos logros están disponibles para cada persona, para contribuir a un mejor y más completo entendimiento del mundo, de sí mismo y de la voluntad propia.
Un tema recurrente en la Thelema es la fuerza sobre la debilidad. “Belleza y fortaleza, risa cantarina y deliciosa languidez, fuerza y fuego, están en nosotros” (Liber AL, II:20). “Mis discípulos son orgullosos y hermosos; son fuertes y rápidos; ellos gobiernan su camino como conquistadores poderosos. Los débiles, los tímidos, los imperfectos, los cobardes, los pobres, los llorones – estos son mis enemigos, y yo vengo a destruirlos” (Liber Tzaddi, líneas 24-25).
Por consecuencia, la Thelema tiene una visión distinta sobre la “compasión”: “Esto también es compasión: el fin de la enfermedad de la tierra. Un arrancamiento de las malas hierbas: un regadero de flores” (Liber Tzaddi, línea 26). “No tenemos nada con los marginados y los no aptos: dejadlos morir en su miseria. Pues ellos no sienten. La compasión es el vicio de reyes: aplasta a los infelices y los débiles: esta es la ley del fuerte: esta es nuestra ley y la alegría del mundo” (Liber AL, II:21). Es decir, la “compasión” no se entiende como el apoyo de los débiles, sino más bien al contrario: “el arrancamiento de las malas hierbas” o la destrucción de los débiles y el “riego de las flores” o la promoción de los fuertes. Esta es la compasión, porque es “el fin de la enfermedad de la tierra”.
Una visión diferente de la piedad también es vista bajo la luz de la Thelema en que “Cada hombre y cada mujer es una estrella” (Liber AL, I:3). Crowley escribe, “La piedad implica dos gravísimos errores – errores que son totalmente incompatibles con las perspectivas sobre el universo brevemente indicadas arriba. El primer error es la suposición implícita de que algo anda mal en el universo… El segundo error es aún mayor, ya que involucra el complejo del Ego. El tener lástima por otra persona implica ser superior a ella; por lo que Usted falla en reconocer su derecho absoluto de existir como tal como es. Usted se afirma a sí mismo como superior a ella; un concepto totalmente opuesto a la ética de la Thelema – ‘Cada hombre y cada mujer es una estrella’ y cada ser es un Alma Soberana. Un momento de reflexión será suficiente cuán absurdo tal actitud es, en referencia a los hechos metafísicos subyacentes” (“El Método de la Thelema”). También, “El libro de la Ley se refiere a la piedad como despreciable… el tener lástima por otro hombre es insultarlo. Él también es una estrella, ‘uno, individual y eterno’. El Libro no condena la lucha – Si es un Rey, no podrás hacerle daño”(Confesiones, cap.49).
Esto nos lleva a otro punto de vista, el cual es que la Thelema apoya el conflicto. “También desprecia a los cobardes; soldados profesionales que no se atreven a pelear, sino que juegan; ¡despreciad a los tontos! Pero los sagaces y los orgullosos, los fieles y los altivos; ¡vosotros sois mis hermanos! ¡Como hermanos peleen!”(Liber AL, III:57-59). “He aquí, mientras en el Libro de la Ley se habla mucho de amor, no hay ni una sola palabra de Sentimentalismo. ¡El odio es casi como el amor! ‘Como hermanos peleen!” Todas las razas viriles del mundo entienden esto. El amor del Liber Legis siempre es valiente, viril, incluso orgásmico. Tiene delicadeza, pero es la delicadeza de la fuerza” (Liber II: El mensaje del Maestro Therion).
La Thelema también ordena que el individuo se regocije por la vida. Un tema generalizado en la Thelema es la aceptación y la alegría en todas las facetas de la vida. “Recordad que la existencia es pura alegría; que todos los dolores son sombras; ellos pasan y dejan de ser; pero hay algo que permanece… Deberán alegrarse, nuestros escogidos: quien está afligido no es de nosotros… Pero ustedes, o mi pueblo, ¡levantaos y despertad! ¡Practicad los rituales con alegría y belleza! … !Una fiesta de la vida y una fiesta más grande para la muerte! …una fiesta ¡Una fiesta cada día en vuestros corazones en el gozo de mi arrebato! ¡Una fiesta todas las noches a Un y el placer del deleite más entrañable! ¡Ayé! ¡Festejad! ¡Regocijaos! No hay temor aquí en adelante… ¡Escribid, y encontrad éxtasis en mis escritos! ¡Trabajad, y sea vuestro reposo el trabajo! ¡Emocionaos con la alegría de la vida y la muerte!” (Liber AL, II:9, 19, 34-35, 41-44, 66); “Hay alegría en la disposición; hay alegría en el viaje; hay alegría en la meta” (Liber Tzaddi, línea 22). Esta visión del mundo surge de las ideas metafísicas [ver la sección de “Cosmología” de este ensayo] que la Thelema contempla. En resumen, “[Nuit] es el infinito en quien todos vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser. [Hadit] es energía eterna, el Infinito Movimiento de las Cosas, el núcleo central de todo ser. El Universo manifestado proviene del matrimonio entre Nuit y Hadit; sin el cual nada sería. Este eterno, este eterno banquete nupcial es entonces la naturaleza misma de todas las cosas; y por lo tanto todo lo que es, es una cristalización de éxtasis divino”. (El Libro de la Ley).
Al final hay que recordad, “Haz tu Voluntad será toda la Ley” (Liber AL, III:60). Todas estas ideas están subordinadas a “Haz tu Voluntad.” Esta es la belleza de la palabra Thelema, que implica una respuesta tan sucinta y sublime a los problemas de la moral, al mismo tiempo que tiene consecuencias complejas e intrincadas.
Amor es la ley, amor bajo voluntad.